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IMÁGENES CIENTÍFICAS DEL ALUMNADO DEL IES MIGUEL CRESPO (FERNÁN NÚÑEZ)

QUÍMICA

Crean la primera molécula artificial que descompone el agua rápidamente

Crean la primera molécula artificial que descompone el agua rápidamente

Un equipo internacional de científicos diseña un catalizador de rutenio capaz de descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno. El proceso es tan eficiente como el que se da de forma natural en las plantas. Los resultados de esta investigación representan un gran avance en la obtención de hidrógeno, un elemento que puede ser una alternativa a los combustibles fósiles.

“Por primera vez somos capaces de realizar la reacción de oxidación de agua de manera tan rápida y eficiente como la propia naturaleza”, explica a SINC Antoni Llobet, coautor de una investigación internacional publicada en la revista Nature Chemistry. Este descubrimiento puede tener implicaciones en el avance de las energías renovables.

La molécula creada por el investigador Llobet, del Instituto Catalán de Investigación Química, en España, y sus colegas es un catalizador de rutenio. La velocidad a la que actúa este compuesto es equiparable a la del Fotosistema II, la enzima que realiza esta reacción química en las plantas verdes.

La fotosíntesis de las plantas es capaz de producir hidrógeno y oxígeno a partir del agua y la luz solar. Reproducir artificialmente este proceso es de un gran interés para la comunidad científica, ya que, según afirma Llobet: “Abre la posibilidad de crear nuevas formas de obtención de energía limpia”. El hidrógeno se postula como alternativa sostenible a los combustibles fósiles, máximos responsables del efecto invernadero.

La descomposición del agua en sus dos elementos constituyentes, hidrógeno y oxígeno, tiene lugar mediante dos reacciones químicas secuenciales. La primera es la oxidación de la molécula de agua. Este primer paso genera oxígeno y tiene un alto requerimiento energético. Después, le sigue una reacción que produce hidrógeno.


Una manera de disminuir la energía necesaria para que se produzca una reacción es la utilización de un catalizador. “Es una sustancia que permite aumentar la velocidad de una reacción sin que este, el catalizador, se consuma” cuenta Lobet.

“Hace ya más de diez años que trabajamos en este campo y somos uno de los grupos pioneros a nivel mundial en el tema –apunta Llobet–. Aunque uno nunca sabe cuánto va a tardar en conseguir un determinado objetivo, nos sorprendió lograrlo en relativamente poco tiempo". (Fuente: ICIQ/SINC)

Definición de ciencia

Definición de ciencia

La ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

Es el conocimiento sistematizado, elaborado a partir de observaciones y el reconocimiento de patrones regulares, sobre los que se pueden aplicar razonamientos, construir hipótesis y construir esquemas metódicamente organizados. La ciencia utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos y accesibles a varios observaciones, además de estar basada en un criterio de verdad y una corrección permanente. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros. Con frecuencia esas predicciones pueden formularse mediante razonamientos y estructurarse como reglas o leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.

Una lámpara vampiro

Una lámpara vampiro

Mike Thompson es un diseñador de origen Inglés, creador de "la lámpara vampiro" cuyo nombre se debe a que solo funciona con sangre humana.

Esta lámpara contiene luminol un químico que utilizan los forenses para comprobar si hay restos de sangre en la escena del crimen. Esta sustancia reacciona con el hierro que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre, y produce un resplandor azul capaz de iluminar espacios abiertos. Para encender esta lámpara es necesario mezclar el luminol y luego romper el cristal de la lámpara de modo que nos cortásemos, y así derramar sangre para que se pueda iluminar.

Si las lámparas tuvieran que encenderse así, nos pensaríamos dos veces si encender la luz o no.